En un rincón escondido del barrio de Moscardó, en plena frontera con el Chinatown más castizo, emerge mucho más que un simple local de estética híspter. Alta cocina en su formato más canalla es la propuesta que lidera Ángel Francisco Pérez, más conocido como Furi (Oso), en Nato (Robata&Tapas Bar).
En el primer número de la madrileña calle de Elisa, un viejo local que hizo las veces de panadería, tienda de alimentación y bodega, reabre sus puertas entre mesas de madera, ladrillos a la vista y una decoración escueta para centrarnos en lo importante.

Nato (Robata&Tapas Bar), con Furi (ex Nobu Londres) al frente, ofrece al comensal una fusión audaz de bocados singulares entre la lejana Asia y España. Un primer tercio bien marcado en su escueta carta que arranca con una gilda clásica, seguida de cogollo al carbón con salsa de sésamo, tofu y nori, para cerrar el aperitivo con una ensaladilla en paloma (recuerdo de Salamanca) con mejillones escabechados.


El segundo bloque culinario es una oda al carbón y al fuego a través de zamburiña a la mantequilla, salmón onfire con ponzu picante o pescado de temporada con curri rojo thai. Podrías repetir tantas veces como quisieras, pero recuerda que te esperan los «chupa dedos», pinchos morunos (de cerdo o berenjena) reinventados con yogur y pan naan, o pimientos rojos asados con miso blanco, sellando así su compromiso con la tapas de autor.

Vinos naturales para todos los gustos
La oferta de vinos del Nato es tan cuidada como su propuesta gastronómica, todos naturales y con carácter: espumosos ancestrales, blancos en las variedades de garnacha, macabeo, xarel·lo, parellada y moscatel, también tintos-claretes como «Frontio follaco», rareza de los Arribes del Duero con su mezcla de tempranillo, Juan García, rufete y garnacha.

Ojo con los postres en el último tercio, a elegir entre flan con apio de monte o mousse de chocolate, remolacha y vinagre de Jerez, un broche final de intriga y deleite hacia la armonía, atributo principal de Nato (Robata&Tapas Bar) que confirma su destacada posición en el Chinatown más castizo (y ecléptico) de Madrid.

Puedes reservar mesa a través de su perfil en Instagram. Aprovecha esta visita a Usera y recorre la Ruta de los relojes de sol de Moscardó, antes o después de comer…