El Festival de Otoño, también conocido como Festival del Medio Otoño, es una de las festividades más importantes y queridas de la cultura china. Se celebra el día 15 del octavo mes lunar, cuando la luna se encuentra en su punto más lleno y brillante del año, normalmente entre mediados de septiembre y principios de octubre. Esta fecha simboliza reunión familiar, gratitud por las cosechas y equilibrio de la naturaleza, elementos profundamente enraizados en la filosofía y tradiciones del pueblo chino.
El origen del festival se remonta a más de 3.000 años, durante la dinastía Zhou, cuando se realizaban ceremonias de agradecimiento a la luna por las cosechas abundantes. Con el paso del tiempo, estas ceremonias evolucionaron hasta convertirse en una celebración popular, especialmente a partir de la dinastía Tang. Hoy, el festival no solo se festeja en China continental, sino también en países y comunidades de todo el mundo con influencia cultural china. Y, por supuesto, en el distrito de Usera.
La simbología del pastel de luna
La luna llena es el símbolo central del Festival de Otoño. En la cultura china, representa unidad y armonía familiar. Durante la noche del festival, las familias se reúnen para contemplar la luna, compartir comida y expresar buenos deseos de prosperidad y felicidad. Es un momento de reflexión y conexión con los seres queridos, incluso con aquellos que están lejos, pues se cree que todos pueden mirar la misma luna y sentirse unidos.
Entre las tradiciones gastronómicas más destacadas de esta festividad se encuentra el pastel de luna (yuèbǐng, 月饼), un dulce redondo que simboliza la plenitud y reunión familiar. Estos pasteles se elaboran con una masa dorada y suave, y se rellenan con una amplia variedad de ingredientes según la región: pasta de loto, alubia roja, dátiles, frutos secos o yema de huevo salada (que representa la luna). Además de ser un postre, los pasteles de luna se regalan entre familiares, amigos y compañeros de trabajo como muestra de respeto y buenos deseos.

Otras delicias típicas de esta fecha incluyen pato asado con salsa de soja, taro cocido (un tubérculo asociado con la buena fortuna) y frutas redondas, como peras y pomelos, que se ofrecen a la luna y simbolizan unidad familiar y prosperidad. En algunas regiones, se preparan también sopas y platos con ingredientes de temporada, como castañas y calabazas, para celebrar la abundancia del otoño.
El festival se acompaña de actividades culturales como encendido de faroles, que iluminan calles y parques con formas de animales, flores o personajes mitológicos. También se recitan poemas dedicados a la luna, se realizan danzas del dragón y se interpretan historias legendarias, como la de Chang’e, diosa que habita en la luna.
En conjunto, el Festival de Otoño es una celebración que combina belleza, tradición y emoción, uniendo a las familias bajo la luz de la luna llena para compartir gratitud, esperanza y amor.