En el número 50 de la calle Dolores Barranco sobrevive uno de los últimos quioscos de Usera, o al menos es uno de los pocos que quedan en el barrio de Pradolongo. Al frente está Manuel, amable en el trato y dispuesto a ayudarte si se trata de periódicos, revistas, coleccionables e incluso cromos, como nos pasó a nosotros.

Un barrio lo conforman los vecinos que lo habitan y los negocios que perduran. En un buen número de artículos publicados en DestinoUsera.es nos hemos centrado en el auge de los establecimientos chinos, sin reparar el ocaso que padecen pequeños comercios de toda la vida. Por ese motivo, queremos que esta reseña sea un homenaje a los últimos quioscos y a sus quiosqueros y, si te acuerdas, no dudes en pasarte por el número 50 de la calle Dolores Barranco.
Nosotros, los nacidos con la democracia, los que cursamos la EGB para entendernos, recordamos los quioscos como faros de nuestra infancia y buena parte de la adolescencia. Allí donde tu padre compraba la prensa para ir a la oficina o empezar el aperitivo dominical, tú soñabas con hincharte a gominolas sobre una pila de comics y revistas.

Medio siglo después, casi cinco décadas que no es poco, nos hemos olvidado de los quioscos. Empezamos y terminamos el día pegados al móvil. Nada es relevante si no lo vemos en nuestras pantallas. Los titulares del periódico en papel te suenan de algún tuit y las fotos de muchas revistas ya las has visto en Instagram. Explicaban en las facultades de Periodismo que «el periódico de hoy solo sirve para envolver el pescado mañana», el papel apenas lo tocamos. El declive de los quioscos es un reflejo de los tiempos que vivimos.
Sin embargo, más allá de la nostalgia y el romanticismo que evocan, los quioscos de prensa son un símbolo de la cultura y la identidad de nuestras ciudades, de nuestros barrios. Nosotros nos paramos una mañana en el quiosco de Manuel buscando unos cromos del Sporting de Gijón y acabamos entablando conversación. Los quioscos son, al fin y al cabo, lugares de encuentro, de intercambio de opiniones e ideas, su progresiva desaparición es una pérdida cultural para todos.
¡Paremos más en los quioscos! Y si pasas por el barrio de Pradolongo en el distrito de Usera, busca el quiosco de Manuel en el número 50 de la calle Dolores Barranco, junto al bazar chino, nunca cierra, siempre abierto.